11.24.2011

Aterrizaje (8a entrada)



Viendo el éxito que obtuvimos, no dudamos en hacer una gran reunión en nuestro rincón. Saqueamos los vinos de un Wal-Mart y concentramos en un tráiler, pacas de marihuana golden, kilos de cocaína y el espacio restante de diferentes sustancias. Los invitados especiales; el matrimonio ganador del premio nobel de la paz, Barbará Mori y su esposo Héctor Rodríguez; el cardenal Abdiel, quien no espero más por participar en una orgía debido al tiempo que tenía sin actividad sexual; la distribuidora de opio en el norte del Estado de México, Guadalupe y compañeros de la escuela así como el profesor de redacción el cuál sorprendentemente mostró sus habilidades para danzar reggae.
Fue a la mitad de la fiesta cuando aspiré un simple golpe de salvia seca a través de una pipa de agua. Tal vez una hoja grande, no más de un gramo. Fumé cerca del 80% en una sola aspiración, lo retuve intencionalmente lo más que pude. Después de diez segundos, me di cuenta de que podía aguantar mi respiración tanto como quisiera. Recibí una visión llena de color; patrones giratorios de luz contra la oscuridad, como un papel tapiz del cosmos. Veía tubos en forma de bloques, construidos por materia celular y la palabra ‘nucleótido’ resonaba fuerte en mi cabeza. Ni siquiera sé que significa la palabra, pero la voz me decía que era lo que estaba viendo. De pronto me encontré en un confuso e inestable estado de conciencia, no sabía a qué parte había ido mi cuerpo. Mientras veía un rastro de normalidad me aferraba a él y cuando sentía que había regresado, se mostraba otra cosa.
De pronto observé una pared verde y escuché la voz de mis compañeros los grises; revisé el reloj, eran las dos de la tarde. No hubo fiesta, masacre ni aventura alguna. Me encontraba en la cancha de frontón, donde siempre nos poníamos a consumir. Solo fue un gallo más al que le echamos puntos de drack, acompañándolo de un ácido, el que explotamos con whiskey y red bull.
Con tranquilidad, me levanté del tronco dónde estaba sentado y me fui a mi clase. No quería tener un retardo más, porque ya había incumplido con el máximo de faltas y ese retardo me haría reprobar.


*Basada en hechos reales. Todos los derechos reservados.

11.22.2011

Plan con maña (7a entrada)



Llegué a un acuerdo con el policía que manteníamos adicto a las anfetaminas, al cual apodábamos Polichoche. Consistía en depositar ocho mil kilos de opio en el pozo que suministra el agua a la ciudad (Cutzamala). Los vaishnabas hicimos una plática para saber con qué distribuidor conseguiríamos el opio, ya que necesitaba ser alguien de confianza. Los votos apuntaron directamente al punto de Guadalupe, ya que en su zona el opio es de la más alta calidad, de buen precio y además ella solo vende por mayoreo.
Tomamos la “perrera” de Polichoche y partimos hacia Cuautitlán Izcalli. Llegamos a su tiendita y antes de entrar, ya teníamos a su grupo de seguridad apuntándonos con armas de fuego. Entre ellos identifiqué a casi la mitad del grupo de la escuela. Acceder a las instalaciones no fue difícil ya que ellos se conformaron con un simple tostón de marihuana.
Con el opio suficiente en nuestro poder, era hora de que Polichoche se motivara y lo llevara al pozo de agua, así fue. Inmediatamente de su regreso, no tuvimos más remedio que aniquilarlo ya que sabía mucha información. A su coca-cola le pusimos floripondio y una bolita de hachís. Sabíamos que esta última tal vez no le causaba efecto, pero queríamos estar seguros que si no moría, mínimo quedará loco.
Ahora sólo era cuestión de esperar tal vez unos tres días, para ver los efectos en la gente. Era peligroso porque a las personas que supieran usarlo como psicoactivo, les habríamos solucionado sus problemas. Nosotros esperábamos el efecto de enfermedad y muerte consecutiva por la intoxicación. Gracias al poder de la naturaleza, así fue.
En aproximadamente dos días, en las calles la gente se tiraba de desesperación, los autos chocaban entre ellos porque los conductores sufrían convulsiones mientras conducían. La televisión dejo de funcionar porque todos los que identificaron esta sustancia salieron del país, principalmente las clases altas. Todos dejaron a un lado nuestra captura y fue así como fuimos al rescate de nuestros compañeros.
Nos acercamos a la mansión donde se realizaban las mediciones a los excesos humanos y liberamos a los pocos que quedaban. Ellos con su enojo, capturaron a las personas que les obligaban a hacer todo y amistosamente les interceptaron un gran palo de escoba en el trasero hasta que se atorara.

11.15.2011

De aniquilaciones leves (6ta entrada)

Para aquellas personas que no son vaishnabas las cosas no habían cambiado completamente; seguían subiendo los precios y los salarios eran miserables. Ellos infelices y nosotros perseguidos, no es gran diferencia. Nos seguíamos escondiendo en el patío de una escuela abandonada, usábamos sus servicios, como luz, agua, drenaje y los inmuebles para dormir. El problema que nos afectaba era la comida. Nos vimos en la necesidad de salir a conseguirla, porque si pasaba mas tiempo moriríamos.
Esperamos la noche para entrar en acción. Tomamos una planilla de ácido, cada quién se metió tres cuadros, fumamos 10 cigarrillos de hierba y entre todos nos comimos una tira de anfetaminas rojas. Preparados y dispuestos salimos con la ropa más casual para no identificarnos como vaishnabas. Caminamos aproximadamente 5 minutos y encontramos un súper 7, sólo había 2 empleados. “No griten ni se muevan de sus lugares, sacaremos lo necesario y nos iremos sin lastimarlos” Dijo Mayra. Lokillo les apuntaba con una subametralladora, mientras sacamos en bolsas ecológicas algunos alimentos empacados. Lo que sacamos en más proporción fueron vinos y cerveza para tener con que acompañar nuestros viajes de locura.
Sin ningún problema al regresar, notamos que afuera ya no había un solo vaishnaba. Eso nos afecto emocionalmente, por eso al llegar brindamos con whiskey y el mejor cristal de la zona. En un momento de la noche reflexionamos acerca de nuestras familias, ya no sabíamos que había sido de ellos, pero acordamos que en una semana más saldríamos de ahí sin miedo a la vida. Nuestro cuerpo ya no podía aguantar más o nos quedábamos esperando, o salíamos a buscar una oportunidad, en realidad de cualquier forma sabíamos que nuestro destino era la muerte.
Mientras tanto nuestros compañeros capturados seguían siendo estudiados por el Gobierno; sometidos a torturas, latigazos hasta que el dolor se vuelva placer; sexo, 20 personas en una misma ronda y sí oponían resistencia, su cabeza interceptaba una bala; estiros de cuerpo, para ver el límite de elasticidad de las manos a los pies sin que se rompa un solo hueso; mutilaciones, mandar carne de diferentes partes y venderlas a Burger King. Los clientes darán el ‘visto bueno’ para ver que parte sabe mejor, siendo engañados diciéndoles que es carne de animales exóticos. Nadie podía hacer nada, solo esperar la mejor oportunidad para atacar. Nuestra táctica, infiltrar en bebidas opio para aniquilar a todos.

11.06.2011

Cósmica sobredosís (6ta entrada)


A 2 meses del programa de captura, nuestra población había disminuido más de la mitad. Se encontraban aislados en mansiones, separados por edades. Eran obligados a severos castigos, como tener relaciones sexuales hasta que el placer se vuelva una tortura. Experimentaban cómo funcionaban los excesos de los humanos, aislados o en grandes masas y pequeños espacios. Todo lo sabíamos a través de un policía que logramos hacer adicto a las anfetaminas. Él se rendía ante su necesidad y nosotros aprovechábamos para exprimirle la verdad.

Ahí, en el rincón de los grises, éramos 7 integrantes; Eze, a los 2 meses y ¾ de día con 35 min de lo acontecido, lo noté con 25kg 550grs menos. Inyectó sobre la única vena que le quedaba disponible, su última cuchara de heroína; lo vi caer del sofá lentamente y en menos de 10seg, dejo de respirar...
Nadie corrió en su auxilio, tampoco intentamos llevarlo a que lo atendieran, pues sabíamos que en las calles nos estaban esperando.

Las consecuencias nos empezaron a afectar, nuestras esperanzas a disminuir y las oportunidades a desaparecer,  como cada masa de humo que hacíamos correr por los alrededores de la cancha en la que nos resguardábamos, aunque seguíamos teniendo suficiente dosis gracias a las tiendas de tepito y su inigualable mayoreo.

10.25.2011

Sólo unos cuantos quebrantados (5a entrada)

Ha llegado la hora de despertar del mundo materialista y encontrarnos en la realidad. Esto lo entendí así, porque la clase en el poder sumergía a la sociedad con estas ideas. Llegó por fin el tiempo de abrir los ojos y darnos cuenta de la especie de personas estaban en el poder. Esto lo pensé porque más de la mitad de la comunidad vaishnaba había sido capturada. Nosotros escapamos de aquel arresto; sobornando a los policías con un una plantilla de ácido que ascendía a $2, 500.00, nos dejáron libres.

No teníamos para comer porque en las calles. La gente, estaba llena de ambición buscando capturar a un vaishnaba para cobrar la recompensa. No tuvimos más remedio que sobrevivir a base de líquidos y sustancias adictivas. Sólo producíamos filosofía sobre lo que vivíamos. “La vida en cuerpo presente es sólo una etapa de nuestro ser. No hay de que temer, no hay de quién escapar. Los excesos del hombre no son más que resultados de su evolución”. Vivimos basados en estas ideas liberales. Mientras nuestros cuerpos dejaban de funcionar por falta de nutrientes, nuestra mente se aceleraba a causa de todo lo que consumíamos.

Hubo varias tentativas contra nosotros por parte de mucha gente, pero después de una invitación a beber algo, en un momento de distracción, un algodón con amoníaco era puesto en boca y nariz. Así dejaba la conciencia y nosotros sujetábamos el algodón hasta que su corazón dejara de funcionar...

10.18.2011

Conspiracón vs vaishnavas 2a parte (4a entrada)

Seguían pasando días aterradores para la comunidad vaishnaba. Mientras para la sociedad en general se presentaba una oportunidad fácil para salir de problemas económicos, pero ni yo ni mis compañeros sentimos el mínimo terror. Mis ideas van en contra del temor hacia lo desconocido, es por eso que no me tenía con preocupación todas las capturas que se estaban dando. Todos estábamos libres de complejos y así libres de miedos.


Propuse una investigación al grupo que consistía en averiguar la causa de la captura, ésta trataba de irnos a meter a las cárceles de corta estancia y ahí darnos cuenta de que se trataba, todos accedieron. Sin ningún accesorio que nos distinguiera como vaishnabas, fuimos al palacio municipal e identificamos cuál era el objetivo; concentrar a toda la tribu en una diversas mansiones y mantenerla saludable, porque el gobierno se dio cuenta que cuando nuestros abuelos llegaron, se vio un notorio beneficio de abundancia en el país.


El gobierno tenía algo bajo la manga... Misteriosamente aparecía en el mercado negro (en el cuál nosotros estábamos involucrados) la venta de partes del cuerpo y aceites varios aromatizados. La lógica nos apunto que nuestros compañeros estaban siendo partidos en las partes más productivas y con mejor funcionamiento.


De repente en cuestión de segundos me encontré en un momento confuso e inestable estado de conciencia, sentí estar sentado en la sala del grupo, algo estaba mal en mi mente. Quería una señal para conectarme en el mundo real y mientras más me adentraba en lo extraño de mis visiones mas sentí entrar a otros mundos...